Era un día cualquiera de una hora que ahora no recuerdo.
Era el día donde dos personas tomaron diferentes caminos.
No recuerdo la fecha pero si el momento, al principio
parecía la parte triste de un cuento. Fueron pasando los días, las semanas, los
meses y veía como nada volvía a ser igual por eso supe que ese habría sido su
final.
Un viejo sabio decía “nunca hay despedidas en la vida, si la gente se va es por que ya no tiene nada mas
que aportar, tal vez era su momento de partir pero la verdadera despedida es
cuando uno mismo desprende esa persona de su alma” entonces comprendí que aun
sigues aquí, en cada respiro, cada suspirar, comprendí que por mas que el
tiempo pase y nos siga cambiando una parte de mi siempre va a estar a tu lado.
La clave de la vida es ignorar, la clave del amor me la
enseñaste ahora que ya no estas. No se mucho, pero lo poco que se es que cuando
algo duele parecería como si invadiera toda tu alma llenándola de tristeza.
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