Su partida

Hace mucho tiempo partió el destino así lo quiso y ese día supuse que fue lo mejor. Nunca voy a olvidarme de esa persona que con solo verla me hacia feliz, no era necesario decir nada solo una mirada y bastaba. Se fue, no es una despedida momentánea, el ya no esta. Al pasar por ciertos lugares suelo su recuerdo resucitar.

Desde que lo conocí supe que era especial y siempre he dicho que los ángeles en el cielo deben estar, hoy el se encuentra ahí entre todas las personas que partieron y tampoco volveré a ver jamás. Fue duro podes asimilar este proceso de no volver a tenerlo más, aun despierto con ilusiones de en su casa poderlo encontrar, es una realidad dolorosa y difícil de aceptar. Pero el tiempo lo adapto, el tiempo me acostumbro y cada noche te veo ahí, en el cielo, brillando entre todas esas estrellas. Ya no tengo tu sonrisa, ya no tengo tus abrazos, tus palabras... pero te tengo ahí, en un lugar que se que siempre vas a estar y aunque esto no alcance y yo desee más es lindo saber que tu alma junto a la mía siempre perdurara, como prometimos ese día “amigos hasta el final”.